18.579 personas fallecidas. Y las que no se cuentan.
Los muertos del sepulturero profanador y su compinche bolchevique.
Ha sido un día gris en el viejo reino. Gris en el cielo y en la tierra, que ha recibido otra pequeña llovizna primaveral.
El tonto simón nos da las cifras, los datos, estaremos cerca del pico o algo parecido. La realidad es que decena arriba o abajo, el número de fallecidos no desciende mucho. Seguimos sufriendo una tragedia, una auténtica tragedia.
Me asquea tanto la burlesca rueda de prensa diaria para presentar los datos de la epidemia, que no logro ver casi nada de ella, no vaya a ser que me tenga que encontrar otra vez con la policía o en generalote diciendo alguna gansada. O con esos técnicos, simón a la cabeza (es un decir) dando explicaciones como si fuéramos niños chicos o, directamente, mintiendo.
Me comentaban algunos compañeros de trabajo su sorpresa porque el generalote se preste, se deje o le obliguen a hacer ciertas declaraciones. Parece que no pega con lo que se espera de alguien de su puesto, de su empleo, del cuerpo al que pertenece. Les contesto que a nadie obligan, que los que salen ahí a dar la cara por estos que nos gobiernan no son víctimas, no son mártires. Son voluntarios. Sus razones tendrán. Seguro que las tienen.
Dar una vuelta hoy por la prensa, entiéndase lo que queda de ella, pues a los medios mercenarios comprados con el dinero lleno de sangre ni me acerco, es ir directo a la depresión más profunda. Los augurios sobre nuestra economía en el futuro próximo son realmente pavorosos. Y lo malo es que no son un invento, no son alarmistas. Es más, muchos pecan de benevolentes, supongo que para que la gente no se ponga histérica directamente.
El congreso. Hoy ha habido sesión de control o algo parecido. Desolador también. Todo vacío, de gente y de ideas. Escuchar al sepulturero profanador y a su compinche bolchevique puede llevar a un estado comatoso al más pintado, así que hay que tener cuidado. Entre montones de cadáveres, estos dos quieren salir con la cabeza alta, como los grandes líderes que van a ganar una cruenta guerra, que van a liberarnos del enemigo y nos van a conducir a un nuevo estado, a una nueva sociedad, más…
Hay que tener bajeza moral para pretenderlo. Siquiera para pretenderlo. Puedo entender que se aferren al poder, que sean tan soberbios que no pidan perdón, que intenten mejorar su imagen, o lo que de ellos se pueda pensar. Es humano. Pero que pretendan salir de esta como los salvadores, da auténtico asco. Es inmoral.
Como inmoral es que el resto de partidos se preste al juego. De momento algunos dicen no.
Por cierto, una cosa que ha dicho nuestro enterrador favorito es cierta, algo así como que «los muertos los siento como propios». Pues sí señor, son suyos. Suyos.
Mientras, se confiscan las mascarillas que habían comprado los farmacéuticos, la seguridad social pide un préstamo multimillonario para pagar las pensiones, los autónomos están condenados, los testes que se iban a hacer ya no se hacen, los ancianos siguen muriendo en las residencias y no en los hospitales, los familiares no pueden enterrarlos y la gente aplaude, divertida, en los balcones. Su ilegal secuestro y los compatriotas les van pareciendo bien siempre que ellos conserven la vida. Sólo eso les importa.
Hay que tener mucha Fe para creer que algo bueno saldrá de todo esto.
Y nos siguen muriendo.
Definición de imbécil de la RAE, que debería ser de obligada lectura antes de votar (aun sin que muchos la comprendan): Tonto o falto de inteligencia.
Definición de criminal, según la RAE, 4ª acepción: que ha cometido o procurado cometer un crimen.
Definición de secuestrar, según la RAE: retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines.
Y deseamos, de corazón, la total y completa recuperación de cuantos aquí se citan.
P.d.: el (no) uso de las mayúsculas es, cómo no, deliberado.