La verdad es que si no fuera porque llevo tiempo leyendo noticias como esta y otras aún peores, pensaría que estamos en el día de los inocentes:
El ayuntamiento de Valencia discrimina a las mujeres.
Pero la cosa no tiene nada de inocentadas, así como tampoco son inocentes los creadores de tanta tontería, ni los que las llevan a cabo (bajo órdenes o no), ni siquiera los que ríen como si fuera una gracia o los que pasan indiferentes por el tema.
Dice el redactor de la noticia que no es la primera vez que este ayuntamiento intenta hacer un guiño a la paridad entre mujeres y hombres. Pero no quieren paridad, no. Unan esto a la ofensiva a gran escala (aunque soterrada si no tienes hijos en edad escolar o te importa un bledo) de la «identidad de género», el «homosexualismo», el «feminismo radical» y el «cristiano-odio» y ya saben de qué va esto.
Y si no lo saben, lean. Va (a) por ustedes.