El tema está de moda. La ofensiva es intensa y muchos padres todavía no se han dado cuenta. O no lo tienen en cuenta. O prefieren no oírlo, no pensarlo, no imaginárselo.
Mientras, estos a lo suyo.
La verdad es que no apetece escucharlo, dan ganas de poner buena música, leer un buen libro y olvidarse de todo. Pero eso es lo que quieren.
Si tenéis estómago suficiente, escuchad.