Esta semana se ha puesto de moda la tontada esta de ponerse de rodillas.
Ya sabemos que lo que más le gusta a la borregada es un bailecito, una coreografía o una performance que dirían los más progres. Eso sí, tiene que ser patrocinado, alentado, difundido por alguno de los movimientos o líderes carismáticos de la progresía, del pensamiento único.
Y lo de esta semana reúne casi todos los requisitos de una buena moda, de una moda políticamente correcta, mundial.: una muerte violenta, una víctima, una persona negra, es en Estados Unidos, ¿qué más queremos? Vale, sí, nos falta una mujer, un elegetebero y algo de cambio climático, pero todo no puede ser a la vez.
El caso es que, generado el caos correspondiente, a algún iluminado se le ha ocurrido que los blancos tienen que ponerse de rodillas ante los negros, asumiendo no sabemos qué clase de culpa. Y la progresía en pleno ya lo está haciendo siempre que haya una atenta cámara delante.
Ya lo ha hecho el retrasado mental del presidente canadiense, lo han hecho los pobrecitos de los triunfitos españoles, auténticos peleles en manos de sus amos, lo han hecho varios policías en España y hoy lo han hecho los asistentes a las manifestaciones que hemos tenido (por cierto, el virus se ha volatilizado de repente, o se ha tomado vacaciones).
Pocas veces he visto tragarse un sapo tan grande en tan poco tiempo. De poco sirve decir que, aún siendo una muerte criminal la que se ha producido, tenga un culpable (cuando sea declarado como tal) con nombre y apellido.
De poco sirve decir que los policías que actuaron de esa manera son funcionarios de una ciudad americana cuyo alcalde es demócrata, de los enemigos más encarnizados de Trump. De nada sirve explicar las cifras de muertes violentas en ese país, a manos de la policía o a manos de otros ciudadanos, explicar unas cifras que dicen lo contrario de lo que se nos quiere contar.
De poco sirve decir que las protestas no son espontáneas, sino claramente financiadas por los que quieren derribar al pelirrojo, que en este caso no ha tenido nada que ver. Y que su objetivo no es ir contra el racismo.
De poco sirve explicar que tratar a las personas como “colectivos” y hacerles creer que son víctimas cuando no lo son, solamente se hace para tener seres humanos infantilizados y desvalidos, en manos de quienes los quieren, nos quieren, esclavos.
Y como de poco sirve explicarlo, les diré una cosa. Yo no soy culpable del hecho que ha ocurrido en Minneapolis. No lo soy.
En cuanto a lo que hicieron mis antepasados, basta con recordar lo que verdaderamente hicieron, de su contribución a que nuestras sociedades hayan sido las más avanzadas, las más justas, las más civilizadas, las más libres. Y basta con ver que si dejan de serlo es porque están siendo socavadas por los que no quieren que tengamos libertad, por quienes quieren que solamente pensemos, sintamos y digamos lo que ellos quieren.
Así que, como no sirve de mucho explicar las cosas a quien no quiere oir, que cada uno haga lo que su rebaño haga.
Yo sí me arrodillo todos los días, pero no ante un hombre.