La tená no es un sitio cualquiera. De hormigón y uralita, cerrado por ventanas y puertas de metal.
Asfixiante en verano, frío en invierno.
Todo estaba allí, o se inventaba allí, o se arreglaba allí.
Entra y descubrirás qué es lo que hay ahora.
La tená no es un sitio cualquiera. De hormigón y uralita, cerrado por ventanas y puertas de metal.
Asfixiante en verano, frío en invierno.
Todo estaba allí, o se inventaba allí, o se arreglaba allí.
Entra y descubrirás qué es lo que hay ahora.