Mascarillos de playa y de interior
Estoy navegando la quinta ola de la llamada pandemia global de la muerte mundial del apocalipsis, aunque he de reconocer que me cuesta trabajo porque está siendo olita escuchimizada, y así es difícil surfear. El caso es que he estado en la playa haciendo ese turismo de masas que los malnacidos de la élite globalista quieren hacer desaparecer (lo que le gusta a la chusma es malo para todo, oiga) y he podido estudiar de cerca a los mascarillos que pululan por allí. Lo primero que llama la atención, para un humano de cara descubierta acostumbrado a convivir con los mayoritarios y muy sumisos mascarillos de provincia, es que no se siente un humano raro. Como por arte de magia, en la playa y sus alrededores, los mascarillos…