La vuelta al cole
Uno puede vivir perfectamente sin ver la televisión ni leer la prensa en los tiempos actuales (exceptuando que tiene que enterarse periódicamente de las nuevas estupideces que le obligan a hacer en los lugares públicos, si no quiere exponerse a las cuantiosas multas que los celosos y abnegados policías van repartiendo por doquier). El verano ha pasado sin más contratiempos, afortunadamente, a pesar de que en los medios antes citados han estado bombardeando sin cesar con el alarmismo apocalíptico. Pero la gran tragedia no acaba de llegar. Las curvas van en aumento, los “contagios” aumentan sin parar, pero no ocurre nada. Todo son previsiones para dentro de dos semanas, independientemente del día en que uno escuche la noticia. Así que se ha optado por señalar el día D.…