39673 casos y subiendo, datos que ofrecen desde el gobierno, ese que siempre dice la verdad.
Las cifras están empezando a dar pavor. Y las noticias que llegan desde fuera no invitan a la tranquilidad. El caso de italia acojona de manera especial, porque siempre nos han dicho que íbamos algo retrasados con respecto a ellos, que lo que viéramos debía ser lo que esperáramos.
La india cierra el país y se une a la lista. Los estados unidos comienzan a tomar medidas y el inglés rubio y despeinado mete a la gente en casa.
Cada vez tenemos más noticias de compañeros de trabajo enfermos, de gente que nos rodea que va cayendo. Ninguno está en la Ruber, por cierto.
Aquí se empieza a perder la paciencia. Médicos, enfermeros, farmacéuticos, y por supuesto, los superfluos, ya no aguantan más. Tenemos las peores cifras mundiales de contagio entre el personal que atiende en los hospitales y relacionarlo con la falta de material de protección es de cajón.
Y eso de que no hay mascarillas ni a quién comprárselas es un camelo que ya no cuela. Si Amancio Ortega puede traerlas en días, ¿por qué nuestros gobiernines no pueden? Por necedad, por progresía, porque están a uvas o porque no quieren.
Escucho a muchos, en la prensa, en las redes, decir que necesitamos alguien al mando, alguien que coordine, que se ponga al frente. Pero yo recuerdo que ya tenemos alguien al mando. 17 mandos, que por lo visto era lo más guay del paraguay. Y que las comunidades que querían las competencias en sanidad, debían quererlas para lo bueno y para lo malo, como los matrimonios. No vale salir ahora con que el gobierno central tiene que darnos el material. Seriedad, señores, seriedad.
El gobierno está a lo suyo, una mezcla entre cálculo político, ineptitud, revolución, oportunismo, y quién sabe si voluntariedad. Se defiende echando la culpa al pp, que es lo que siempre cuela, lo que siempre ha colado. Ya saben, la malvada derecha, la de los recortes. No sirve de nada dar datos, al menos para los convencidos, ya lo hemos hablado antes.
No nos olvidamos de la bonita. Ha dado negativo no concluyente. Me encanta que se inventen palabros para no contar la verdad, son unos hachas. Lo que me asombra es que no sea «negativa no concluyenta». ¿Hemos perdido la perspectiva de génera a las primeras de cambio? Reaccionemos o nos comen los machirulos.
El sepulturero profanador sigue tan ufano mientras a su alrededor todo el mundo da positivo. O se ha tomado el antídoto, o es el gafe de la moncloa.
Y su compinche bolchevique sigue agazapado, por si acaso.
Atentos mañana al congreso.
El golpe sigue…
Y seguimos muriendo.
Hoy recordamos la definición de criminal, según la RAE, 4ª acepción: que ha cometido o procurado cometer un crimen.
Y recordamos la definición de mentiroso de la RAE: que miente, y especialmente si lo hace por costumbre.
P.d.: el (no) uso de las mayúsculas es, cómo no, deliberado.
Seguro que el confinamiento te impide ver en perspectiva: no noto que nadie pierda la paciencia, la verdad. Los telediarios son maquinaria muy bien engrasada, la ciudadanía continúa aplaudiendo y adoptando como himno nacional una canción de otro tiempo y hay noticias humanas, simpáticas o simplemente cursis.
Sin embargo, cada día se hace más nítida una siniestra realidad: el fin de España.
Game over.