Tribulaciones en la crisis del virus (día 17)

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Tribulaciones en la crisis del virus (día 17)

85.195 casos y subiendo. Cifras mentirosas de un gobierno mentiroso.

El país se resistía anoche a irse a dormir. En parte por el estúpido cambio de hora, en parte porque con esto de no poder salir de casa, de estar en jaulas, el sueño es algo que se va alejando de cada uno. Pero sobre todo, porque la pandilla de impresentables que nos pastorean, se estaban peleando antes de sacar el boe, como tienen por costumbre hacer.

Casi a las doce de la noche, muchos no sabían si tenían que ir a trabajar o si tenían que permanecer enjaulados. Y eso que el anuncio de las nuevas medidas se había realizado más de 24 horas antes. Y muchos más estaban pensando, aun sin quererlo decir en alto, que la ruina que se nos viene encima no será, ni pequeña, ni breve.

Otra vez, otra vez asistiendo al bochornoso espectáculo de un caradura anunciando cosas para tapar otras, entre ellas su incompetencia sin límites, sin tenerlas preparadas, sin tenerlas discutidas.

Impresentable.

Tenemos dos plagas asolando nuestro país.

Una, la del virus, que nos desangra día a día, llevándose a muchas, muchas personas, que ahogan sus gritos en el caos hospitalario, en el silencio de sus hogares, en la frialdad de las morgues, de los tanatorios vacíos y de los cementerios sin público. En soledad, humana soledad.

Afortunadamente, sabemos algunos que son recibidas, lo sabemos, por más que no se hable de ello.

Y la otra, la del comunismo. Esa plaga que nos atenaza, que nos va abrazando cada vez más, robando la libertad, la propiedad, la dignidad, hasta que nos eche al fango de la miseria material y moral.

Salvo que no nos demos por vencidos.

El reguero de ilegalidades que están cometiendo el sepulturero profanador y su compinche bolchevique en meses de gobierno es escandaloso.

En los últimos días han encadenado una buena retahíla y seguro que se me escapa alguna. Declaran un estado de alarma que vulnera nuestros derechos fundamentales, aprovechan para meter al bolchevique en el cni, cierran el control del congreso, piden una prórroga y luego modifican todo lo acordado varias veces, estafan a los contribuyentes comprando gangas en los chinos del barrio, se niegan a enseñar el contrato, la licitación, el precio, espían los móviles de todos sin esconderse, imponen vacaciones forzosas al personal, se cargan la libertad de prensa, incumplen cuarentenas a troche y moche, no protegen a sus propios trabajadores exponiéndolos a las infecciones, redactan el boe cuando el consejo de ministros ya ha acabado.

Aquí, en este diminuto sitio web (por poco tiempo más legal), pongo todo esto con la esperanza, ínfima pero cierta, de que alguien de la oposición y muchos compatriotas lo lean (sueñas, amigo) y se den cuenta de que nos la jugamos.

Se den cuenta de que es necesario poner pie en pared. Y pararlos. Dejar de darle a todo un voto de confianza, de ser leales, de tolerar todos los abusos. De decir NO.

Se den cuenta de que no podemos fiarlo todo a lo que un grupo de privilegiados decida qué nos corresponde, qué nos toca, qué nos merecemos. De que, de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestra libertad, de nuestros valores y de nuestras creencias debemos ser responsables nosotros, cada uno de la suya.

De que nadie, nadie, por más que lo haga a través de la ranura de una urna, tiene derecho a quitarnos lo que es nuestro, a obligarnos a sostener a nadie (sobre todo a los parásitos de los políticos), a decir que son mejores que nosotros, más puros, los elegidos.

Y de que nosotros, por más que lo hagamos a través de la ranura de una urna, no tenemos derecho a decirle a nadie lo que ha de pensar, no tenemos derecho a quitarle lo que es suyo, ni la libertad, ni la conciencia. No nos corresponde lo de otros por ser nosotros. NO.

Nos queda poco tiempo, pocos recursos, antes de que estemos, por completo en sus manos, mendigando un mendrugo de pan. Y no podremos decir que no se podía saber.

El tonto simón, que no tiene ni elección, ha dado positivo. ¿Con el test chino? ¿Con uno bueno? ¿Tenemos de los buenos? ¿Tenemos?

Y seguimos muriendo.

Hoy recordamos la definición, esta es mía, de muy peligroso: nuestro gobierno.

Mientras, recordamos la definición de imbécil de la RAE, que debería ser de obligada lectura antes de votar (aun sin que muchos la comprendan): Tonto o falto de inteligencia.

Recordamos también la definición de criminal, según la RAE, 4ª acepción: que ha cometido o procurado cometer un crimen.

Y recordamos la definición de mentiroso de la RAE: que miente, y especialmente si lo hace por costumbre.

Y, como no, la definición de secuestrar, según la RAE: retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines.

Y deseamos, de corazón, la total y completa recuperación de cuantos aquí se citan.

P.d.: el (no) uso de las mayúsculas es, cómo no, deliberado.

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