Tribulaciones en la crisis del virus (día 19)

Tribulaciones en la crisis del virus (día 19)

102.136 casos y subiendo. Total, da igual, todo el mundo sabe que es mentira. El gobierno el primero.

El día empezó despacio, desperezándose un país secuestrado. Bien pronto leo un artículo, el segundo ya, que habla de lo que debería ser un clamor. La manifiesta irregularidad (qué suave estoy) de este estado de alarma, que nos cercena derechos fundamentales sin poder hacerlo.

Perdón. La irregularidad no es del estado de alarma, sino del gobierno, que tomó medidas para las que no tiene potestad y de la oposición, que ni se opuso al principio, ni se opuso al tramitarse la prórroga a los quince días.

¿Por qué? No lo sé. Sospecho que nunca lo sabré (sabremos), como tampoco sabremos qué demonios estuvo haciendo el pp durante el golpe de estado en cataluña o qué pasó exactamente el 11M.

Desapercibido pasa por ahí el hecho de que un cargamento de mascarillas que llegó a un aeropuerto, con destino a madrid, haya estado muchas horas parado porque aduanas había cerrado ya. A ver, hay que entender que ni en un estado de emergencia sanitaria, un funcionario va a trabajar fuera de sus horas. Por lo menos el común de ellos, que en todo hay clases.

El hecho de que las hubiera comprado ayuso y fueran para una comunidad a la que hay que asfixiar como sea, habrá sido casualidad, claro.

La ministro calviño ha dicho que pagar impuestos hay que pagar, qué tontería. Los gastos son los gastos y hay que pagarlos. Es decir, que las familias que no tengan ingresos y sí gastos, que se jodan, pero el estado tiene que pagar. Y punto pelota.

Los superfluos vuelven a cabrearse. Ahora les dicen que son un «colectivo de muy bajo riesgo de contagio frente al virus». ¿Qué esperaban oír, si les han dicho hasta que son gasto inútil aunque ahora vengan medianamente bien para atizar a los ciudadanos que quieren (o deben) seguir teniendo libertad? Repito, cálmense que lo peor está por llegar, seguramente haya que atizar y no en sentido figurado.

Si uno pone las teles, que son todas podemos televisión y más ahora que las han regado con quince milloncejos salidos del lomo de los contribuyentes (recuerda esclavo, paga impuestos que son necesarios para el estado del bienestar), parece que todo va bien. Estamos cerca del pico de la curva, o sea como todos los días, las ucis se encuentran al límite, pero nunca llegan y el gobiernín contesta a preguntas de lo más chachi.

Aunque si uno escucha bien lo que dicen, descubre que mienten, o sea, lo de siempre. Ellos nos han traído hasta aquí, ellos nos han secuestrado después de mentirnos, ellos nos roban libertades, propiedades y dignidad.

Ellos nos contabilizan (cifras falsas) como cifras, no como personas, ellos nos arrebatan a los familiares sin posible despedida, ellos te abandonan sin tratamiento hasta que es irremediable y ellos te descartan (u obligan por falta de medios) a que te descarten si tienes demasiados años o demasiada poca salud. Nos cuentan cosas de el paraíso catalán que ponen la piel de gallina.

Los defensores de los pobres, de los débiles, de los desvalidos. La izquierda. La superior izquierda.

Y si te quejas, tú eres el problema. No es el momento, los demás países también mienten en las cifras, siempre vemos que lo de españa es lo peor, así no se puede…

Ya lo dije y lo repito. No voy a tolerar que nadie defienda, por puñetera ideología, la nefasta e irresponsable gestión de estos tarados. Nadie.

No voy a tolerar que nadie venga a decirme que el problema soy yo. Nadie.

No voy a tolerar más que nadie me calle, o me corte, o me insulte, o me desprecie por pensar lo que pienso. Y por decirlo. Nadie.

Y menos si esos (y esas) han sido o son parte del problema al poner a esta gentuza al frente, a esta gente que nos lleva de desastre en desastre (económico, moral, sanitario) y que aprovecha cada ocasión, por encima de los cadáveres, del dolor, de la ruina y de la desesperación, para imponer su criminal ideología.

Nadie.

Así que la que me busque, me encontrará. Preparado para el combate.

Y seguimos muriendo.

Hoy recordamos la definición, esta es mía, de muy peligroso: nuestro gobierno.

Mientras, recordamos la definición de imbécil de la RAE, que debería ser de obligada lectura antes de votar (aun sin que muchos la comprendan): Tonto o falto de inteligencia.

Recordamos también la definición de criminal, según la RAE, 4ª acepción: que ha cometido o procurado cometer un crimen.

Y recordamos la definición de mentiroso de la RAE: que miente, y especialmente si lo hace por costumbre.

Y, como no, la definición de secuestrar, según la RAE: retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines.

Y deseamos, de corazón, la total y completa recuperación de cuantos aquí se citan.

P.d.: el (no) uso de las mayúsculas es, cómo no, deliberado.

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