110.238 casos y subiendo. Mentirosamente, pero subiendo.
Hoy es un día triste, porque hemos vuelto a tener más fallecidos que ayer, más que nunca, más que nadie.
Y, además, está la caterva esta que tenemos por gobiernín, dándonos el día. Vamos a hacer una pequeña recopilación de perlas, para que veamos qué bien empleados están los salarios que les paga todo el mundo a estas acémilas. Aunque nunca sabré si son así, si se lo hacen o si disimulan para seguir dándonos por el cu…
Actuación estelar ha tenido la ministro de trabajo, una tal yolanda la blanda, explicando por qué la gente que tiene un erte encima no son parados. Es fácil de entender, verán: no tienen trabajo y cobran el subsidio de desempleo. Aunque eso en españa no basta, amigo, está usted ocupadísimo, que lo sepa.
No me digan que la chica no sabe de lo que habla, que para eso es la ministro de trabajo. La culpa es de la prensa por hacer preguntas tontas.
Y ya tenemos otra cifra que no cuadra, la del paro, que se une a la de los contagiados, fallecidos, atendidos, mascarillas que han llegado, respiradores, alcohol confiscado, caída del pib, deuda pública…
Por cierto, que en eso también hay machismo, pero del bueno. Todos son parados, oiga, ni una parada. Vamos bien, se nota que irena montera se ha recuperado. ¿O no?
Otro que es un genio es el ministro astronauta. Éste con título, oiga. Que dice el pollo que nos morimos mucho porque tenemos la mejor salud del planeta. Es para quererlo, para tenerle cariñín al pobrete.
El inclito ábalos, el de las cuarenta sombras de delsy y todas verdaderas, nos pide que no reclamemos los viajes que no hayamos podido hacer, no vayan a quebrar las aerolíneas porque no pueden volar. Que perdamos el viaje y el dinero, vaya, que la libertad, el trabajo y la dignidad ya la hemos perdido. Nos lo ha quitado todo él y los suyos, pero disimula.
A este no le tengo cariño, ni aprecio siquiera.
Más aviones llegan con material sanitario, varios por compras que ha hecho ayuso, la más lista entre tanto miserable. Y un avión de la mismísima china para el gobiernín. Noticia, casi tres semanas después de secuestrarnos a todos, nos traen mascarillas. Toneladas.
Pues ni siquiera. Con 800 kilos de mercancía nos tenemos que conformar, se tienen que conformar los sanitarios, porque los chinos se las han quedado. Dicen que eran más falsas que la pose de hombre tranquilo del colepandemias.
Que es el que va a arreglar esto, a arreglarnos a nosotros. Por ahora, el compinche bolchevique solamente avisa, se dedica a avisar, lo que no le convierte en un traidor, sino en un avisador. Lo malo es que la gente le discute si se puede hacer lo que dice, si la constitución lo permite, que si necesitaría esto y lo otro, que si el tribunal constitucional…
Como si a él le fuera a frenar eso. La revolución se hace, no se autoriza, que quede claro. Luego no me vengan con el cuento de «esto no es venezuela».
Pero lo peor de todo son las personas que se quedan atrás, que dejamos morir por falta de camas uci, cuando resulta que sí tenemos camas, aún. No las ocupamos porque, en este puñetero país que hemos deconstruido, los ancianos, los enfermos son de una comunidad autónoma donde tienen que quedarse. Morirse, pero allí quietos, no vayamos a llenar los hospitales de otro cacique.
Y gobierno central no hay, ya sabemos.
Sobre su conciencia, y también sobre la nuestra, caerán esos muertos.
Y seguimos muriendo.
Hoy recordamos la definición, esta es mía, de muy peligroso: nuestro gobierno.
Mientras, recordamos la definición de imbécil de la RAE, que debería ser de obligada lectura antes de votar (aun sin que muchos la comprendan): Tonto o falto de inteligencia.
Recordamos también la definición de criminal, según la RAE, 4ª acepción: que ha cometido o procurado cometer un crimen.
Y recordamos la definición de mentiroso de la RAE: que miente, y especialmente si lo hace por costumbre.
Y, como no, la definición de secuestrar, según la RAE: retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines.
Y deseamos, de corazón, la total y completa recuperación de cuantos aquí se citan.
P.d.: el (no) uso de las mayúsculas es, cómo no, deliberado.