20.852 personas fallecidas. Y las que no se cuentan. Y las que no quieren que contemos.
Los muertos del sepulturero profanador y su compinche bolchevique.
Comentaría algo de las cifras si se acercaran, tan solo un poquito, a la realidad.
Hoy ha sido el día de la confirmación. Aunque anoche la propia guardia civil ya reconocía implícitamente en su cuenta de twitter que lo del generalote machote no había sido un lapsus, la confirmación ha sido esta mañana.
Sí me sorprendió que durante la noche de ayer y parte de la mañana de hoy, muchos intentaban agarrarse a la falsa esperanza de que fuera una llamada de atención del leal general para que el sufrido pueblo español se diera cuenta de lo que quieren obligarle a hacer, a ordenar.
¡Qué candidez la de la gente! El caso aquí es agarrarse a cualquier hilillo, a cualquier rocambolesca explicación que alguien suelte en las redes para no querer ver lo que es un enorme elefante en la habitación.
Sucede siempre así, la gente no quiere ver, no quiere razonar, quiere tranquilidad. Es mejor vivir medianamente felices y no comerse la cabeza con rollos macabeos, porque si me doy cuenta de las cosas, tengo que actuar, tengo que reconocer que la vida es dura y que hay que enfangarse si se quiere seguir teniendo un poquito de libertad y dignidad. Es mejor la felicidad del cerdo.
Pero la realidad es tozuda, y más si te empeñas en no querer verla. El generalote machote, no solo no se ha disculpado, admitido su error o algo parecido, sino que dice que combatió a eta (!) y que no le importa la ideología. Será mientras seas de la suya o de la del gobierno, porque no ha dicho que lo dijo ayer fuera mentira, ni siquiera que tuviera ni el más mínimo reparo en cumplir las órdenes dadas o supuestamente dadas.
Ni el más mínimo reparo.
Y su equipo le aplaudió. Así que ya sabéis quienes son su equipo.
La prensa le pregunto que… Espera, que no dejaron hacer preguntas a la prensa sobre el tema que más le preocupaba al pueblo español. Pues ya está todo dicho, amigos.
Directos al hoyo, a un profundo agujero del que tardaremos mucho, pero mucho en salir.
Luego diremos que si esto no es venezuela, que si europa nos va a ayudar, que si los jueces nos echarán una mano, que si no va a ser posible, que si eres un exagerado, que si, que si…
Comiencen a hacer hueco, porque vamos a tragar de lo lindo. El que tenga ganas, que mire el twitter oficial de podemos hoy y vea cómo sacan pecho con las limitaciones de precios y la guerra a la especulación de productos de primera necesidad. Y después, que piensen en todos los productos de primera necesidad que lo son de verdad a diario. Y lloren después.
Vamos a vivir en un enorme bulo de miseria.
Y nos siguen muriendo.
Definición de imbécil de la RAE, que debería ser de obligada lectura antes de votar (aun sin que muchos la comprendan): Tonto o falto de inteligencia.
Definición de criminal, según la RAE, 4ª acepción: que ha cometido o procurado cometer un crimen.
Definición de secuestrar, según la RAE: retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines.
Y deseamos, de corazón, la total y completa recuperación de cuantos aquí se citan.
P.d.: el (no) uso de las mayúsculas es, cómo no, deliberado.
La entrada de hoy merecería muchas explicaciones para aquellos que todavía piensan (incluso yo lo pienso) que aquí no puede ocurrir. Después de ofrecidas esas explicaciones, todavía nos diremos: «Pero siempre fue así. Además, ¿qué se puede hacer?»
Pues eso, nada. Poder no podemos hacer ya nada. Acaso contemplar el resultado, los trozos de un juguete roto tirados por el suelo.
Podemos. ¿He dicho podemos?
Muchas explicaciones, sí, aunque parece que a todos nos/les sobran.
Algunas de ellas ya las he plasmado en otro texto del que tendrás noticias en breve, espero.