El último examen
Le dio la vuelta al examen cuando el profesor lo indicó. Echó un vistazo rápido a las preguntas para comprobar que no tendría demasiadas dificultades en la próxima hora y se dijo que aquél no sería su peor examen, pero tampoco el mejor. Desde que había entrado en el instituto se había enfrentado a muchas pruebas como aquella. Muchas veces, bolígrafo en mano, había tratado de encontrar las palabras, las frases adecuadas para contar la historia que había sucedido siglos atrás, o los cálculos necesarios para resolver alguna ecuación que seguramente significaba algo aunque no atisbase, con su mente de adolescente, a imaginarse mínimamente qué. Pensándolo bien, no le había ido tan mal. Cierto era que no había acabado de colmar las expectativas de sus padres, rehenes todavía…