Crónica de una demolición anunciada
Hace ya dos años asistíamos a una rendición. A muchos tomó por sorpresa, tal vez porque siempre habían pensado que los líderes de la “derecha española”, la que resultó de la transición, eran lo que parecían. Otros lo habían advertido hacía ya mucho tiempo, en los albores del “régimen del 78”, pagando incluso con su vida si eran lo suficientemente notorios, osados o certeros. Todos los poderes del Estado, incluidos los fácticos, están en el consenso, en romper España. Y transformarla en otra cosa, aunque cierto es que no siempre coinciden en qué cosa. Por eso, los sucesos de octubre del 17 eran una rendición. Para los españoles más o menos confiados en que “los suyos” defendieran España, una rendición. ¿Una excepción? El rey ¿Error? ¿Maniobra calculada? ¿Miedo?…